Un corazón diminuto
se extiende sobre mi ser
y los soles aparecen
en mis ojos
en mis manos
en mis horas
encontrando otros caminos
que antes no pude entender
porque la lluvia no cesaba
y se hundían las mariposas
derrotadas por ausencias
y las huellas de mi piel.
Me tomaron de la mano
y pude escapar de la tumba
que aún no era mía.
Hoy estoy aquí
con dos poderosas razones
para volver a nacer.
(*31 semanas)
Bueno, te felicito princesa, pero... Lo felicito màs a èl/ella, porque con una madre como tù, vale la pena nacer mi niña.
ResponderBorrarEso es muy halagador.
ResponderBorrarGracias!!