tan locos y silentes
revolcándose en la niebla
de las antiguas pasiones
de los callados recuerdos...
Y son simulacros los días sin sol...
Cuando llegaste pasivo
sin mirar las ansias
de mi profunda muerte
le dijiste adiós al cuerpo
le pusiste trampas
a una flor
para renacer en los albores
de una tibia noche
tímida y reveladora
oscura y sabia
más voluble que la noche anterior.
Eran segundos las horas
admirando el nuevo rostro
que hoy ha robado mis sentidos.
Una caricia lenta
y tus manos sobre las mías
después, el silencio...
después el beso...
el entero beso eterno
que aún me embriaga...
luego la luz...
luego la historia...
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