A pesar de la lejana
me dejé caer sobre la tarde
de frente al sol
y con la mirada al cielo.
Inmediato al estantío
acudí al engaño
que engendró el deseo
de recogerte poco a poco
hasta llenar el aire.
Sin medir el tiempo
permanecí en mi obsesión
-buscándote-
y encontré tu sombra
pero no tu imagen.
Como siempre, concisa y perfecta.
ResponderBorrar