No hay causa en mí. En mí no hay
más que cansancio y
un antiguo extravío: ir
de la inexistencia
a la inexistencia.
Es
un sueño.
Un sueño vacío.
Pero sucede.
Yo amo
todo cuanto he creído
viviente en mí.
Amé las manos
grandes de mi madre y
aquel metal antiguo
de sus ojos y aquel
cansancio lleno de luz
y de frío.
Desprecio
la eternidad.
He vivido
y no sé por qué.
Ahora
he de amar mi propia muerte
y no sé morir.
Qué equívoco.
Grandes Versos de Antonio Gamoneda.
ResponderBorrarProfundo y Existencialista.
Abrazos.
¿Hola, nuevos seguidores, desde blogspot directorio, te gusta que venga y descubra? Mio
ResponderBorrarblog
Felicidades por tu hermoso blog, hasta pronto
Sara
Hola linda... tanto tiempo.
ResponderBorrarEspero estés bien.
Sólo paso a saludar y aprovechamos de leer lo expuesto.
Abrazos.
Cristofer.
¡Hola Cristofer!
BorrarGracias por pasar :D
Muy bueno el poema, yo también desprecio la eternidad....
ResponderBorrarSaludos..
el título de tu blog me representa en muchos aspectos de mi vida, la poesía es un trocito de vida cotidiana muy bello, saludos
ResponderBorrarel título de tu blog representa aspectos de mi vida, la poesía es un trocito de vida cotidiana muy bella, saludos
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