Me gustan las calles solas
las noches frías
el olor a tierra mojada
la lluvia de noviembre
luz tenue en la alcoba
y el canto llorón del viento
por las madrugadas.
Las figuras indefinibles
de la enramada en la sombras
a través de la ventana.
La ternura inspiradora
la brisa seductora
y la fuerza intimidante
de tu profunda mirada.
Me gusta una calle sola
en una noche fría
-o en una madrugrada-
bajo una lluvia de noviembre
las noches frías
el olor a tierra mojada
la lluvia de noviembre
luz tenue en la alcoba
y el canto llorón del viento
por las madrugadas.
Las figuras indefinibles
de la enramada en la sombras
a través de la ventana.
La ternura inspiradora
la brisa seductora
y la fuerza intimidante
de tu profunda mirada.
Me gusta una calle sola
en una noche fría
-o en una madrugrada-
bajo una lluvia de noviembre
mi pelo sobre tu cara
la luna resplandeciente
tu pecho contra mi espalda
tus rimas susurrantes
mi calma entre tus brazos
tu mirada.
la luna resplandeciente
tu pecho contra mi espalda
tus rimas susurrantes
mi calma entre tus brazos
tu mirada.
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Al principio parecía algo así como un relato con tintes de peli de terror, con calles solas y todo, y ya para la segunda parte del escrito todo cambió y una bella compañia fue descrita hasta con ternura.
ResponderBorrarBuen texto, Angie.
Me agrada lo que fue para ti, Syd. Gracias.
BorrarHacía mucho que no leía nada tuyo, y lo extrañaba. Te diré que es un precioso poema, muy digno de tu poesía. Me ha encantado pasearlo por esas calles de tus versos que son increíblemente buenos, bellos, llenos de significados. Un placer como siempre, leerte. Un fuerte abrazo, amiga.
ResponderBorrarTambién hace mucho que no ando por acá. Cero productiva en todas las áreas, Julie. Pero he vuelto con las pilas cargaditas. Gracias por venir. Besos.
BorrarUf que tiempo que no te leía... fue bueno hacerlo. Esto me recordó a mis mejores momentos de soledad...!!!
ResponderBorrarAbrazos a la distancia.
Gracias, Cristofer. Apenas leí tu comentario. Qué bueno que volviste. :)
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