miércoles, noviembre 11, 2009

En el Principio de la vida




No habían nacido las estrellas
ni los sueños de los prados.
Tampoco había flores
en la tumba de la infancia.

En los ríos, el agua apenas se asomaba...

No habían nacido las almas
ni los espejos,
pero tu voz ya callaba.



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